SITUACIÓN DE LA JUVENTUD DOMINICANA
Nuestro país atraviesa por una difícil situación en todos los aspectos, si esto es así la juventud entonces, que es la máxima población del conjunto de la sociedad, es quien mas sufre esta realidad. Por lo tanto es impórtate comenzar articular propuestas de cambio en los diferentes aspectos tanto político, económicos, sociales y culturales, solo con la articulación de políticas publicas que tengan un amplio alcance podríamos alcanzar algunos logros en este sentido.
Antecedentes de políticas publicas en el sector juvenil.
Históricamente, las decisiones y acciones estatales en a modelos de gestión publica en los que predominan la conducción centralizada, la tentación patrimonialista clientelar, el descuido y mal manejo de recursos y bienes públicos, la burocratización de las iniciativas, la corrupción, y principalmente, la fundamentación factual, narrativa y proyectual de las prioridades estatales; en vez de normativas, argumentativa y estratégicamente funcional.
Este modelo de gestión gubernamental no ha permitido el desarrollo de políticas publicas que puedan generar refutados que se puedan evaluar o que hayan dado respuestas a las verdaderas demandas del pueblo dominicano.
Las necesidades de los jóvenes no han escapado a esta realidad ya que en términos generales en el país se han desarrollado diversos programas desde distintas instancia publicas y privadas, no es menos cierto que estas iniciativas permanecen desarticuladas entre si y no responden a una verdadera estrategia nacional y/o locales de desarrollo integrar y sostenible.
Las políticas publicas constituyen una secuencia de decisiones mas que una decisión unilateral o un conjunto de leyes, decretos o programas infuncionales y desarticulados entre si, así como también desvinculados del sector al que supuestamente aportar soluciones a problemas existente.
La política es un comportamiento propósito, intencional, planeado, no simplemente reactivo o casual y debe ser visualizada como acción y no solo como estructura. La articulación entre procesos, decisiones y resultados que se expresa en una política publica, debe ser el fundamento de la matriz social de las actividades políticas y administrativas.
Las políticas públicas tienen un carácter institucional en tanto se elaboran y deciden por una autoridad formal, legalmente constituida, y es colectivamente vinculante. También poseen un nivel decisorio y de acción, ya que representan un conjunto de decisiones vinculadas a fines y medios de largo y corto alcance; ubicadas en un contesto histórico; y enfrentando problemas y necesidades específicas.
En este sentido, para pensar en políticas publicas de juventud no solo necesitamos reconocer que existen diferencias sociales a partir de la edad, sino que necesitamos transformar este reconocimiento en tema de agenda pública.
La construcción de esta agenda requiere de la creación de discursos en torno la juventud que trascienda la retórica que la a colocado en posiciones dicotomías ya sea como seres esencialmente peligrosos o como portadores de la modernidad. Lo9s nuevos discursos sobre la juventud deben transformar a los y las jóvenes en interlocutores y por lo tanto en actores transformadores de la sociedad excluyente de la que somos parte.
Juventud en Republica Dominicana
La proporción de jóvenes en la republica dominica (15-24) según Nacional de Estadística esta cerca del 25% sin embargo estos datos no incluyen a los adolescentes y tampoco a la población joven adulta, lo que nos indica que estos valores deben sobrepasar esta cifra.
Esto también nos dice que es la población joven en términos de cantidad la que tiene la predominación en la sociedad Dominicana. Sin embargo esto no se refleja en los espacios de toma de decisiones tanto públicos, como en lo privados, así como tampoco en la recibimiento de bienes y servicios.
En 1996, el 24.5% de la población joven de 15-19 años tenia 4 o menos años de escolaridad, cifra que se mantiene prácticamente sin cambios hasta la fecha, lo que nos indica que como población no hemos tenido ninguna conquista en este sentido. A nivel nacional cerca del 30% de los jóvenes tenia un nivel secundario y alrededor de un 2% alguna educación universitaria lo que nos indica la falta de interés que existe por parte de los gobierno en invertir en la educación superior.
Con relación a los jóvenes de 20-24 años, los resultados de varios estudios indican que hay cierto retroceso en el nivel de educación. A nivel nacional el porcentaje con 4 ó menos años de estudios aumento ligeramente. Aunque la proporción con educación universitaria se mantiene alrededor de 13 por ciento, la proporción de educación secundaria bajo ligeramente, lo que sin dudas esta relacionado con la deserción del sistema educativo y a la falta de seguridad laboral para un joven con habilidades académicas. Esto es otra muestra de que debemos proponer, exigir y luchar por la aplicación de políticas públicas que puedan frenar la deserción escolar en todos los niveles.
Con relación a la parte económica en los últimos 40 años la republica dominicana a atravesado por crisis económica prolongadas, lo se agudiza notablemente en los últimos 15 años. Aunque los sucesivos gobiernos han querido mostrar al país una "recuperación económica y social", el mercado de trabajo no ha dado respuesta positiva. Este escenario afecta particularmente a la población joven y adolescente, ya que ésta intenta por primera vez su inserción en el mercado de trabajo restringido por la crisis y exigente por la falta de leyes que garanticen mayores niveles de seguridad laboral para este sector.
En lo que tiene que ver con la participación social y política se presentan niveles bajos de participación con relación a la década de los 70, 80 y primeros años de los 90. En la actualidad se encontró que solo una cuarta parte de los/las jóvenes afirmaron pertenecer a algún grupo juvenil, y el 94.7% reporto alguna afiliación religiosa.
En la encuesta sobre política desarrollo y democracia, de encontró los/las jóvenes de 18-24 años y las personas de mas de 54 años son los grupos que mostraron menor interés en los temas políticos y están menos organizados. En este sentido, solo el 27.1 por ciento de los jóvenes respondió que tenía mucho interés en la política, el 53.5 por ciento participa de alguna actividad política, el 69.9 por ciento participa de alguna organización y el 27.2 por ciento aprueba las huelgas nacionales.
Cambiemos esta realidad.
Estos resultados no son los mejores, pero nos muestran grandes posibilidades de crecimiento y de cualificación de nuestras estructuras, ya que tenemos métodos y espacios de conectarnos con esa gran cantidad de jóvenes que desconoce de las actividades políticas y sociales que realizamos y que buscan el desarrollo de la sociedad en que vivimos.
Debemos insistir en la búsqueda de formulas que nos permitan contribuir a un cambio radical de la situación político-social de nuestro país, sin que dejemos de ser jóvenes. Tenemos que conectar nuestros ejes de trabajo a la realidad de las comunidades en que vivimos, esto quiere decir que, cuando realicemos cualquier actividad por mas insignificante que la creamos, si la conectamos a los problemas de la comunidad estaremos influyendo en la forma de pensar de la gente, o sea estaremos formando a los que nos rodean; estaremos contribuyendo a la solución de este problema, por lo tanto estamos haciendo actividad social; estamos enfrentando la marginación en la que nos mantiene sometido el neoliberalismo, o sea estaremos haciendo política.
Aunque en sentido general la juventud Dominicana atraviesa por una situación difícil, en el caso nuestro debemos valorar diversas alternativas y métodos de lucha, que nos permitan junto a tros sectores del pueblo Dominicano, pasar un mejor balance en los próximos años, ya que el hecho de ser jóvenes no solo nos compromete con la lucha de mejores condiciones de vida para el pueblo, sino que esta misma condición generacional nos coloca al frente de esa lucha.
Miguel Sosa
Ex-Presidente de Jota C |